Pretende cancelar derechos conquistados por los trabajadores, advierte en San Lázaro
No aprobar una reforma laboral lesiva, demanda AMLO a diputados
PRI y PAN buscan imponer, entre otras cosas, pago por hora y periodos ilegales de prueba
A seis años del desafuero, López Obrador acudió de nuevo al Palacio LegislativoFoto Carlos Ramos Mamahua
Enrique Méndez y Roberto Garduño
Periódico La Jornada
Viernes 8 de abril de 2011
Andrés Manuel López Obrador hizo un llamado a todos los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados “a que actúen con responsabilidad, independencia y decoro” para no aprobar una reforma laboral apresurada, que pretende cancelar derechos sociales conquistados por los trabajadores, a quienes –acusó– se les pretende sujetar a un modelo de pago por hora a 7.25 pesos.
Al presentar a Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI), presidente de la mesa directiva, los argumentos por los cuales rechaza el proyecto de PRI y PAN, López Obrador afirmó que seguir aprobando reformas a la Constitución y a las leyes “para legalizar los despojos y los abusos de unos cuantos en contra de las mayorías, sólo provoca mayor descomposición social, más injusticias, resentimientos, inseguridad y violencia”.
Ayer, al cumplirse seis años de su desafuero, el ex candidato presidencial regresó a San Lázaro y pidió a los diputados que actúen como “auténticos representantes populares, sepan estar a la altura de las circunstancias”, y no avalen una reforma “sin análisis, con premura, al vapor y aprovechando tramposamente el periodo de la Semana Santa”.
Enojo de priístas
La reunión fue transmitida sólo por el circuito cerrado de la Cámara, y aunque Ramírez Marín acotó que la recepción a López Obrador forma parte de una política de apertura “a distintas expresiones”, el coordinador del PRI, Francisco Rojas Gutiérrez, le recriminó al presidente de la mesa directiva no haber obtenido el aval del grupo para permitir la entrada del ex candidato presidencial al Palacio Legislativo.
Diputados priístas relataron que Rojas, José Ramón Martel y Carlos Flores Rico fueron directamente a la oficina de Ramírez Marín a “regañarlo” porque tampoco consultó si podía transmitirse el diálogo, aunque su cargo le da atribuciones para ello.
La “instrucción” que le dieron fue que las próximas visitas no podrán difundirse sin autorización previa del PRI, “aun si se tratara del Dalai Lama”.
En la sala de juntas de la mesa directiva, López Obrador fue acompañado por los coordinadores de PT y Convergencia, Pedro Vázquez y Pedro Jiménez, respectivamente; Alejandro Encinas Rodríguez, aspirante a la candidatura al gobierno del estado de México; por la vocera perredista, Leticia Quezada, y el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Porfirio Muñoz Ledo; también asistió el priísta Jorge López Portillo, sobrino del ex presidente José López Portillo.
Ahí, López Obrador solicitó que la Cámara convoque a un debate nacional en el que participen trabajadores, patrones, sindicatos, especialistas y ciudadanos “para analizar cuidadosamente los posibles beneficios para el país y los daños que ocasionaría aprobar” la reforma.
Anunció que regresará a San Lázaro el jueves 14 de abril, a las 11 de la mañana, acompañado por ciudadanos y simpatizantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que quieran acudir “para detener el albazo”. Consideró inaceptable que entre las propuestas de PRI y PAN se pretenda imponer el pago por hora, por lo que un trabajador de medio tiempo, que labore cuatro horas, sólo ganaría 29 pesos diarios, la mitad del actual salario mínimo.
Entre los “graves retrocesos” que contienen las iniciativas de ambos partidos, dijo, está el sujetar a los trabajadores a periodos de prueba de hasta seis meses, lo cual permitiría que el patrón pueda despedirlos sin indemnización y sin derecho a ninguna prestación social. Lo mismo, amplió, les sucedería a quienes sean contratados para capacitación inicial o por temporada. Asimismo, expuso, se abre la puerta para la subcontratación, lo cual daría paso al pago de bajos salarios sin prestaciones y a fraudes legales contra los trabajadores.
López Obrador afirmó que no está de más señalar que las dos iniciativas coinciden incluso en “párrafos idénticos; no tuvieron ni siquiera el cuidado de cambiar algunas comas, puntos, lo cual demuestra que hubo acuerdos previos y que el procedimiento parlamentario será de mero trámite”.
En la carta que entregó a Ramírez Marín, el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal afirmó que constituye una vergüenza para las instituciones nacionales, en este caso el Poder Legislativo, seguir “actuando como simples instrumentos al servicio de los organismos financieros internacionales y de la oligarquía del país”.
Aseguró que desde hace 28 años, con la aplicación de la política neoliberal, México no cuenta con un proyecto de desarrollo propio, apegado a la realidad, que atienda los grandes y graves problemas nacionales, como la falta de crecimiento económico, generación de empleos, combate a la corrupción, impunidad, inseguridad, desigualdad, marginación de los jóvenes y el empobrecimiento del pueblo.
Lamentó que, en cambio, desde entonces se haya instrumentado una agenda para imponer las llamadas “reformas estructurales” en materia laboral, energética, fiscal y de seguridad social “que, en esencia, significan privatizaciones, pillaje y graves retrocesos sociales”.
Ramírez Marín respondió que la carta de López Obrador será turnada a la comisión donde se revisan las iniciativas de modificación a la Ley Federal del Trabajo, y aseguró que los legisladores se comportarán con absoluta responsabilidad en el proceso de dictamen. “No tenemos ninguna intención de aplicar procedimientos que afecten la legalidad y la calidad del dictamen”, dijo.
Al terminar, López Obrador tuvo un encuentro con diputados y trabajadores de la Cámara. También ofreció una conferencia de prensa, donde afirmó que está preparándose para competir en la sucesión presidencial de 2012, para “volver a ganarle a la mafia del poder”.
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