29 junio 2011

Ladillas - El Holocausto Mexicano

Ladillas

El Holocausto Mexicano

Por el Lic. Mefistófeles Satanás

“Ante todo no hay que ser indiferente”. -- Henry Friedman, director del Museo del Holocausto en Washington

Según se lee en la nota del Sendero (http://www.sdpnoticias.com/nota/108604/De_enero_a_mayo_se_registraron_mas_de_9_mil_ejecuciones_en_Mexico) de enero a mayo del 2011 ha habido 9 mil ejecuciones en México. Es decir, el usurpador está acumulando 1500 ejecuciones por mes, más o menos 50 por día.

A manera de comparación, si murieron tres mil gringos en la caída de las dos torres gemelas eso indica que la guerra pendeja del usurpador está matando cada mes el equivalente a los inquilinos de una torre gemela. Ah, perdón, “pero te equivocas, Javier, no es guerra”.

Por otra parte, las cifra de cincuenta muertos diarios indica que, en el último año del usurpador, del primero de julio del 2011 al primero diciembre del 2012, 519 días, morirán aproximadamente 26 mil mexicanos más, el equivalente a destruir un pueblo mágico como Tlacotalpan o Xico en Veracruz. Esa es la magnitud del baño de sangre que le espera a México en lo que queda del “gobierno” del usurpador.

Piénselo. No exagero. Ahí está el enlace a la nota del sendero. Ahí están los números. Ahí están mis cálculos. En lo que resta del “gobierno” de este usurpador morirán 26 mil mexicanos más. Estoy justificado en acuñar y usar por primera aquí vez el término “Holocausto Mexicano”.

Ante esa realidad hay que hablar con la verdad, aunque duela. Fue muy irresponsable del Señor Sicilia el no haberle exigido la renuncia al usurpador. Es más, fue una traición el abrazarse luego con el usurpador. Sicilia se hizo pendejo. Hago entonces responsable al usurpador, al Señor Sicilia, y a todos los modositos que “respetan las instituciones” de esas 26 mil muertes. ¿Por qué? Porque hacerse pendejo es ser cómplice.

Si usted sobrevive al Holocausto Mexicano y NO es indiferente a esta tragedia podrá decirle con orgullo a la posteridad: “yo advertí del peligro y NO me hice pendejo como muchos, yo NO fui cómplice, yo NO fui indiferente”. Porque si, ante tal realidad el que NO alerta sobre estos números es cómplice y merece que lo salpique toda esa sangre.

¿Y que puede usted hacer?

Primero, difunda este texto. Compártalo. Que los mexicanos sepan la cantidad de sangre que se va a derramar por la terquera del hijo de su puta madre que usurpa la presidencia. Que esta sangre caiga también sobre los hijos de la chingada (embajada de EEUU, Fox, la iglesia, las 30 familias, el PRIAN, etc.) que impusieron al usurpador. Que la historia patria recuerde el Holocausto Mexicano que resulto a partir del golpe de estado del 2006.

Segundo, si el azahar lo coloca a usted enfrente del usurpador, por favor, ante todo, no sea cómplice. No lo abrace. No le hable quedito. No sea respetuoso. No “dialogue” con este asesino y traidor a la patria. Demuestre su amor a México y que tiene los huevos o los ovarios bien puestos, y haga usted lo que su conciencia le dicte hacer. La patria y la posteridad se lo agradecerán.

FIN

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